El Real Valladolid ha anunciado la despedida de su escolta norteamericano, quien pone fin a su etapa como blanquivioleta después de disputar 13 encuentros oficiales con el equipo. A pesar de su corta estancia en el club, ha dejado una huella imborrable en la afición y en sus compañeros de equipo.
El escolta, de 28 años, llegó al Real Valladolid en el mercado de invierno de la temporada pasada procedente del baloncesto italiano. Desde el primer momento, se ganó el cariño de la afición con su entrega y su actitud en la cancha. A pesar de no tener un papel protagonista en el equipo, siempre estuvo dispuesto a darlo todo por el bien del equipo.
En sus 13 partidos con la camiseta blanquivioleta, el escolta ha dejado destellos de su calidad y su experiencia en la pista. En los 9 partidos ligueros en los que participó, sumó un absoluto de 221 minutos, demostrando su polivalencia y su cabida para adaptarse a diferentes situaciones de juego. Además, en los cuatro encuentros de la Copa de España, disputó 90 minutos y dejó su sello en la competición.
Pero más allá de sus números, lo que realmente ha dejado huella en el Real Valladolid es su actitud y su profesionalismo. A pesar de no tener un papel protagonista en el equipo, siempre se mostró comprometido y dispuesto a ayudar en todo lo que fuera necesario. Su actitud en los entrenamientos y en los partidos ha sido ejemplar, siendo un verdadero líder dentro y fuera de la cancha.
Su despedida ha sido un duro golpe para la afición y para sus compañeros de equipo, quienes han destacado su calidad humana y su aporte al grupo. El escolta se ha ganado el respeto y la admiración de todos, dejando un gran vacío en el vestuario del Real Valladolid.
Pero a pesar de su marcha, el escolta norteamericano deja un legado importante en el club. Su profesionalismo y su actitud han sido un ejemplo para todos, demostrando que no es necesario tener un papel protagonista para ser un jugador clave en el equipo. Su entrega y su compromiso han sido fundamentales en el éxito del Real Valladolid en la temporada pasada.
Ahora, el escolta emprende un nuevo camino en su carrera deportiva, pero siempre llevará en su corazón al Real Valladolid y a su afición. Sin duda, su paso por el club ha sido breve, pero ha dejado una huella imborrable en la historia del equipo.
Desde el Real Valladolid, queremos agradecer al escolta norteamericano por su dedicación y su entrega durante su estancia en el club. Le deseamos lo mejor en su futuro y sabemos que compartirá cosechando éxitos en su carrera deportiva.
La afición también ha querido mostrar su agradecimiento al escolta a través de las redes sociales, donde han destacado su profesionalismo y su calidad humana. Sin duda, su despedida ha sido un momento emotivo para todos, pero también una oportunidad para reconocer su aporte al equipo.
En definitiva, el escolta norteamericano se despide del Real Valladolid dejando un gran legado en el club. Su actitud y su profesionalismo han sido un ejemplo para todos, demostrando que no es necesario tener un papel protagonista para ser un jugador clave en el equipo. Su paso por el Real Valladolid siempre será recordado con cariño y admiración por la afición y sus compañeros de equipo. ¡Gracias por todo, escolta! Te deseamos lo mejor en tu futuro.