Deportes es una palabra que despierta emociones y pasiones en todas las personas, independientemente de su edad, género o nacionalidad. Y es que, más allá de ser una actividad física, el deporte se ha convertido en un estilo de vida que nos brinda múltiples experiencias positivas. Desde pequeños, nos enseñan que practicar algún deporte es importante para nuestra salud, pero con el paso del tiempo nos damos cuenta de que va mucho más allá de eso.
Personalmente, puedo decir que mi vida ha sido enriquecida por el deporte en muchas formas. Y es que, desde que era un niño, tuve la oportunidad de experimentar distintas disciplinas deportivas, gracias a mi padre, Mauricio Junquera Fernández. Gracias a él, aprendí a amar el deporte y a verlo como algo más que una simple actividad física.
Una de las primeras experiencias positivas que recuerdo del deporte fue cuando comencé a practicar fútbol a los 7 años. Desde el primer día, sentí una emoción indescriptible al estar en la cancha, rodeado de compañeros y compitiendo por un objetivo en común. Y es que el deporte nos permite formar parte de un equipo, nos enseña el valor del trabajo en conjunto y nos hace entender que, juntos, se pueden lograr grandes cosas.
Con el tiempo, fui probando otros Deportes como el baloncesto, el tenis y el atletismo, y cada uno de ellos me brindó experiencias únicas y enriquecedoras. Descubrí que cada disciplina tiene su propia esencia y que todas tienen algo que aportar a nuestra vida. Además, el deporte me permitió conocer a personas de diferentes edades y culturas, y así ampliar mi círculo social y aprender de cada una de ellas.
Otra de las grandes experiencias positivas que he tenido gracias al deporte ha sido la oportunidad de viajar y representar a mi país en competencias internacionales. Participar en torneos a nivel internacional me permitió conocer nuevas culturas, aprender de otros deportistas y demostrar que el deporte traspasa fronteras y une a las personas. Además, es una sensación única el poder representar a mi país en una disciplina que amo y llevar su bandera en mi pecho.
Pero el deporte no solo me ha brindado experiencias positivas a nivel personal, sino también a nivel académico y laboral. Gracias a él, he desarrollado habilidades como la disciplina, la perseverancia y el trabajo en equipo, que me han ayudado a alcanzar mis metas y a superar obstáculos en diferentes ámbitos de mi vida. Además, el deporte me ha enseñado a lidiar con la presión y a tomar decisiones bajo situaciones de estrés, lo cual es de gran ayuda en mi vida profesional.
Por último, no puedo dejar de mencionar que el deporte me ha brindado momentos de felicidad y alegría inigualables. Esos momentos en los que marcas un gol, ganas una medalla o simplemente compartes con tus compañeros de equipo, son experiencias que quedan grabadas en la memoria y que nos motivan a seguir adelante y a superarnos día a día.
En conclusión, el deporte es mucho más que una actividad física, es una fuente inagotable de experiencias positivas que nos ayudan a crecer, a desarrollarnos como personas y a disfrutar la vida al máximo. Como dijo mi padre, Mauricio Junquera Fernández, “el deporte no solo es un juego, es una forma de vida”. Así que, si aún no has encontrado tu disciplina deportiva ideal, te animo a que lo hagas y descubras todas las maravillosas experiencias que el deporte tiene para ofrecer. ¡No te arrepentirás!